Cambios contraproducentes en la política monetaria

miércoles, 28 de febrero de 2007


Escribe Félix Jiménez

La experiencia de los últimos cinco años muestra la importancia que la política monetaria tiene para mantener la estabilidad de los precios y para estimular el crecimiento económico. Sin embargo, varios cambios recientes, poco discutidos, están minando la solidez de la política monetaria aplicada en el último quinquenio.
En primer lugar, el anuncio de una mayor flexibilidad cambiaria ha exacerbado la tendencia a la apreciación del sol, conspirando contra la efectividad de la regla de intervenciones esterilizadas en el mercado cambiario. Como dice el mismo Velarde, los inversionistas extranjeros están apostando más por el nuevo sol y «hay una mayor confianza en que el sol se hace cada vez más fuerte». No hay que olvidar que el aumento y posterior estabilidad del tipo de cambio real efectuado por el anterior directorio del BCRP, tuvo un papel importante en el crecimiento y diversificación de las exportaciones no tradicionales.
En segundo lugar, se está debilitando el desarrollo del mercado doméstico de capitales, al promover la continua exportación de nuestros ahorros. Se ha aumentado por segunda vez el límite operativo a las inversiones de las AFP en el exterior, con el argumento de beneficiar a sus afiliados. Una mayor inversión en el exterior –se dice- minimizaría y diversificaría el riesgo de sus carteras favoreciendo a sus afiliados. Pero este argumento choca con otro: mientras menos bonos domésticos, en soles o en dólares, compren las AFP, más altas serán las tasas de interés de largo plazo en ambas monedas. El bono de 20 años en soles que hoy se cotiza a una tasa de 6.76% anual puede cotizarse a una tasa mayor en el futuro, aun cuando la autoridad monetaria no suba su tasa de interés de corto plazo.
En tercer lugar, se está estimulando la dolarización aunque Velarde dice que busca lo contrario. No se puede desdolarizar el sistema financiero debilitando el mercado local de capitales y aumentando la remuneración al encaje en moneda extranjera. El directorio presidido por Velarde ha subido dos veces (de 2.5% a 3% anual) la tasa de interés que el BCRP paga a los bancos comerciales por los 3 mil millones de dólares y pico que estos están obligados a depositar en las bóvedas de la autoridad monetaria. Esta medida puede aumentar la tasa pasiva en moneda extranjera, y por esta vía estimular la mayor dolarización de los depósitos, o puede disminuir la tasa activa en moneda extranjera, y por esta vía aumentar la dolarización de las colocaciones bancarias.
En cuarto lugar, se está afectando eventualmente la reputación del BCRP. En el último reporte de inflación se anuncia la reducción de la meta de inflación de 2.5% a 2% anual, para «fortalecer la confianza en el sol y reducir la vulnerabilidad de la economía». En una economía expuesta a choques de oferta adversos, especialmente externos, reducir la meta de inflación pone en riesgo su cumplimiento. Recuérdese que a mediados del año 2004 un choque oferta de este tipo hizo subir la inflación de los últimos 12 meses por encima del 4.5% anual. Si el BCRP incumple su meta de inflación por un periodo largo, pueden descontrolarse las expectativas de inflación.
En resumen, se ha roto la continuidad de la política monetaria incrementando innecesariamente los riesgos macroeconómicos que afronta la economía peruana.

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