Goodbye TLC?

martes, 3 de abril de 2007

Escribe Alan Fairlie Reinoso

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Nota: Si presiona aquí podrá descargar un documento que presenta una crítica detallada del Tratado de Libre Comercio Perú-USA.

Los demócratas han planteado en el Congreso lineamientos de una nueva política comercial para Estados Unidos:

a) Asegurar que los TLCs aumenten los niveles de vida y creen nuevos mercados para los bienes norteamericanos. Para ello exigen de los países el mantenimiento de estándares internacionales laborales, la suscripción de acuerdos multilaterales ambientales, el restablecimiento de un balance más justo entre promover el acceso a medicinas y proteger la innovación farmacéutica en países en desarrollo, asegurar que las compras del gobierno promuevan derechos básicos de los trabajadores, promover la seguridad nacional (operaciones en puertos), asegurar que los TLCs no den mayores derechos a los inversores extranjeros en Estados Unidos, que a sus propios inversionistas.
b) Apoyar a los trabajadores,agricultores y empresarios especialmente en los sectores manufactureros sensibles perjudicados. Esto supone que haya reciprocidad en las reglas de juego, y les preocupa particularmente los subsidios masivos en China o las violaciones a la propiedad intelectual, o la manipulación cambiaria en Japón o los mercados cerrados en Corea, o las demandas ante la OMC.
c) Buscar la apertura de los mercados principales para crear nuevas oportunidades a los trabajadores norteamericanos. Esto supone reforzar el rol del congreso en las negociaciones de la OMC (agricultura, eliminación a barreras sanitarias y fitosanitarias de las importaciones de EE.UU., protecciones arancelarias en manufactura, servicios y solución de controversias).
d) Crear iniciativas para entrenamiento de trabajadores promoviendo la educación, salud y beneficios sociales. Esto supone dar apoyo a todos aquellos trabajadores de sectores que puedan ser afectados por el comercio y el cambio tecnológico.
e) Expandir la diplomacia norteamericana y el fortalecimiento de suseguridad nacional. Esto supone expandir el programa de comercio y ayuda al desarrollo de los países más pobres. Es aquí donde se plantea la inmediata extensión del ATPDEA, y con otros países en desarrollo.

Como se puede apreciar, los demócratas están formulando una nueva política comercial, y forma parte del debate electoral que tendrán que afrontar para las elecciones presidenciales. Aquí se ha presentado el asunto como que todo está supeditado al TLC con Perú y Colombia, lo que no es exacto. Las propuestas de los congresistas demócratas buscanmejorar las ventajas de ese país en la inserción internacional,mayores beneficios para sus trabajadores. Pero, hasta algunos críticos
al TLC se han confundido y están dando loas a los demócratas, como si se tratara de nuestros propios congresistas.

El TLC trae más costos que beneficios al Perú, y este planteamiento demócrata solo traería una modificación marginal de la situación. No se toca para nada el tema de los subsidios agrícolas norteamericanos mientras se elimina la protección en nuestros países, tampoco las concesionesen el capitulo de inversiones (definición de inversión,inversionistas, eliminación de requisitos de desempeño), o la suscripción de convenios internacionales de propiedad intelectual
lesivos al país (UPOV 91 por ejemplo), que abren la puerta para el patentamiento de plantas, la potencial piratería sobre nuestra rica biodiversidad y conocimientos tradicionales (solo hay una declaración puntual en el tema de acceso a medicamentos). Los mayores estándareslaboralestienen como contrapartida mayores multas y sanciones o lasuspensión del acceso a mercado norteamericano por incumplimientos reales o supuestos. Tampoco se revisa el tema de compras gubernamentales que les brinda igualdad de condiciones a losproveedores del norte (peor si prospera la propuesta del gobierno de que sean organismos internacionales los que se encarguen del asunto).
Nada sobre los mecanismos de solución de controversias que hacen irrelevantes los tribunales nacionales, siendo reemplazados por arbitraje internacional.

Aun siendo marginales los cambios, suponen la modificación del Tratado (no solo cartas adjuntas) lo que implica que tendría que ser aprobado nuevamente por el Congreso peruano. Los demócratas han solicitado la ampliación de 2 años del ATPDEA (por cuestiones estratégicas y de seguridad), lo que parece será aprobado. Pero, también indicaría que probablemente el tema del TLC se postergue para el 2009.

Si los demócratas están planteando enmiendas al TLC, podríamos discutir nosotros algunas propuestas en estos dos años, para buscar un acuerdo que sea menos asimétrico para nuestro país.
Se pueden extraer varias lecciones de los hechos recientes:
a) El gobierno tuvo un craso error de apreciación estratégica. Pensó que el TLC se iba a aprobar rápidamente, subestimando los cambios derivados de lo que todos los pronósticos señalaban como una victoria demócrata en el Congreso
b) Se ha demostrado el fracaso de la obsecuentepolítica del "TLC sí o sí", que planteaba además que se trataba de unpaquete cerrado inmaculado e intocable.
c) La ampliación del ATPDEA siempre fue una opción, y fue un error no tenerla en la baraja de negociación.
d) Apresurarse a aceptar las condiciones de EE.UU.dejando de lado a Colombia, no nos dio un trato preferencial, ynuestros casos se verán conjuntamente habiendo perdido ambos andinos en la negociación.
e) Las instituciones funcionan en EE.UU. los congresistas responden a sus electores. Aquí, que sucede todo lo contrario, se pensó que un Congreso de salida en EE.UU. podría aprobar entre gallos y media noche el TLC.
f) La propaganda de que todas son ganancias y nada costos, fracasó. Son tales las asimetrías que hasta los propios demócratas han planteado cambios marginales en temas de propiedad intelectual, por ejemplo.
g) Se demuestra el fracaso de las operaciones de maquillaje. Ni el enviado especial Hernando Soto, ni los cada vez más numerosos lobbies contratados, ni las visitas de emisarios, ministros o presidentes, influirán sobre un debate interno norteamericano.
h) Se demuestra el doble discurso mercantilista. Los partidarios del TLC exigen que nuestros agricultores e industriales compitan en una economía abierta. Pero, al mismo tiempo, hacen depender la competitividad de nuestras exportaciones de preferencias arancelarias que son temporales y cada vez menos importantes. Deberían plantear el ingreso al mercado norteamericano sin ninguna "ayudita".

La coyuntura tendrá un desenlace probable de un adiós TLC o de un "no es más que un hasta luego". Esto no necesariamente es una mala noticia para el país, obligaría a un debate a fondo que se evadió antes y que debería crear consensos mínimos para una estrategia de desarrollo
viable para el Perú.

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