Inflación, tipo de cambio y el BCR

miércoles, 7 de noviembre de 2007


(Publicado en Diario Gestión, 07 de noviembre de 2007)

Félix Jiménez

Economista, Ph. D.

Profesor Principal del PUCP




En los últimos días hemos sido informados de dos nuevos hechos que, sin duda, repercutirán negativamente sobre el tipo de cambio: 1) el miércoles 31 de octubre la Reserva Federal (FED) redujo nuevamente su tasa de referencia en 25 puntos, de 4.75% a 4.5%; y, 2) la inflación de enero a octubre ha subido a 3.34%, cifra superior al límite máximo del rango-meta que el directorio del Banco Central (BCR), presidido por Julio Velarde, disminuyó de 3.5% a 3%.

Si, en correspondencia con el 3.34%, la inflación subyacente ahora sobrepasara el 2% (de enero a setiembre fue de 1.8%), es probable que el directorio del BCR decida aumentar la tasa de referencia en su reunión del próximo jueves. Si lo hace, acentuará la nueva presión a la baja del tipo de cambio asociada a la última disminución de la tasa de la FED, con lo cual el tipo de cambio terminará ubicándose por debajo de los 3 soles por dólar.


Decisiones contraproducentes

La caída sistemática del tipo de cambio es resultado de las decisiones contraproducentes adoptadas por el nuevo directorio del BCR. Cuando este directorio asumió sus funciones, la economía seguía creciendo, la inflación se ubicaba por debajo del 2%, el diferencial de las tasas del BCR y de la FED era negativo e igual a 75 puntos básicos, y la balanza comercial seguía con superávit aunque ya se registraban signos de desaceleración en la tasa de crecimiento de las exportaciones. El gobierno de García era y es, en estos llamados fundamentos del tipo de cambio, básicamente el usufructuario de lo hecho por el gobierno de Toledo.

En consecuencia, el origen de la caída en picada del tipo de cambio, tiene que ver, a mi juicio, en primer lugar, con la adhesión pública del presidente del directorio del BCR a una mayor flotación del tipo de cambio, es decir, con su adhesión al papel del mercado libre en la determinación de su nivel, y, en segundo lugar, con la decisión de dicho directorio de disminuir la meta de inflación a 2% y sus límites inferior y superior a 1% y 3%, respectivamente.


Cambio de expectativas

Las variaciones del tipo de cambio ya no se explican sólo con referencia a los flujos de comercio y a otras variables macroeconómicas. En la economía abierta actual, el tipo de cambio se comporta como el precio de un activo financiero cuyo mercado está dominado por las expectativas de los agentes que participan en él. Al igual que los precios de los demás activos financieros, los ajustes del tipo de cambio se producen con extrema rapidez ante cualquier nueva información que llega al mercado y que afectan, precisamente, las expectativas acerca de su valor futuro.

Lo que pasó, entonces, es que la adhesión al libre mercado cambiario, anunciada por el presidente del BCR cuando asumió el cargo y reiterada en más de una oportunidad, acentuó las expectativas apreciatorias de nuestra moneda. Estas declaraciones se hicieron cuando justamente en el año 2006 empieza a configurarse una tendencia al deterioro de la balanza comercial (se desaceleran los volúmenes de las exportaciones y se aceleran los de las importaciones), tendencia que la apreciación de la moneda local acentúa. El tipo de cambio real bilateral promedio de estos catorce meses, es menor en cerca de 4% que el correspondiente al período de gobierno de Toledo.

Diferencial de tasas y tipo de cambio

El repunte de la inflación de los últimos meses ha evidenciado la impertinencia de la disminución de la meta y del rango meta de la inflación. Para abatir este repunte inflacionario por factores de oferta, el BCR tuvo que elevar su tasa de referencia de 4.75% a 5.0%, exacerbando con ello la tendencia a la disminución del tipo de cambio. (Recuérdese que el 5 de julio pasado ya había elevado su tasa de 4.5% a 4.75%).

Así la impericia del directorio provocó un proceso circular de disminución del tipo de cambio, justo cuando se discutía la probable desaceleración de la tasa de crecimiento de la economía norteamericana y, por lo tanto, el inicio de disminuciones de la tasa de referencia de la FED. En efecto, el 18 de setiembre bajó su tasa de 5.25% a 4.75% y, el 31 de octubre a 4.5%. Con estas rebajas el diferencial de tasas del BCR y de la FED pasó de un valor negativo a un valor positivo equivalente a 50 puntos básicos, exacerbando nuevamente la presión a la baja del tipo de cambio.


A modo de conclusión

La presión a la baja del tipo de cambio continuará si, como se espera, este jueves el BCR aumenta su tasa de referencia a 5.25%. Pero, ¿tiene forzosamente que aumentar otra vez su tasa de referencia? Nuestra respuesta es negativa; pero, si lo hace, el actual directorio del BCR se hará cómplice de los que bajaron los aranceles para favorecer a los importadores, en un momento en que las exportaciones son afectadas por la drástica disminución del tipo de cambio y la desaceleración de la economía norteamericana.

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