El Regreso de la Inflación

domingo, 2 de marzo de 2008


(Primera Parte)

Bruno Seminario

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En el último año, ha aumentado la inflación en el Perú, pero también lo ha hecho en todo el Mundo: América Latina, Estados Unidos , Asia y Europa. En el mes de febrero del presente año, según el Instituto Nacional de Estadística, el índice de costo de vida en Lima Metropolitana, registró un aumento anual estimado en 4,82 por ciento y aunque aún no conocemos el valor de la inflación nacional, es probable que éste sea superior al que corresponde a Lima

Incluye el documento del INE, el gráfico que reproducimos , ya que éste muestra con claridad que la tendencia hacia aumento parece ser un fenómeno persistente, es decir, que no cabe esperar , sin una cambio en la política económica, una reversión inmediata los valores establecidos por el banco central en su programa monetario.


Ante estos desarrollos , cabe hacer tres preguntas fundamentales. La primera de ellas tiene que ver con las causas que explican este fenómeno; la segunda con las consecuencias que puede tener en la economía ; y, la tercera con las políticas económicas que pueden permitir una reversión a los valores establecidos por el banco central.

Desafortunadamente, por razones de espacio, no podemos contestar a todas estas preguntas en este breve artículo. Por esta razón, discutiremos en esta oportunidad sólo los factores que pueden explicar el aumento de la tasas de inflación y dejaremos para otra oportunidad las otras preguntas.

En los últimos meses, se ha vuelto popular entre los especialistas en cuestiones macroeconómicas, la hipótesis del sobrecalentamiento, un misterioso término que intenta describir a una economía que opera bajo condiciones de pleno empleo y en la que se registran presiones inflacionarias de índole diversa: sustanciales aumentos en los salarios nominales y en el precio de todas las mercancías básicas para el funcionamiento del aparato productivo.

Para quien cree en esta hipótesis, la principal fuerza que explica el aumento de los precios serían el acelerado crecimiento de la demanda interna, que no haría sino reflejar el efecto combinado de una política monetaria y fiscal expansiva. Aconsejan, por esta razón, restringir la tasa de aumento de la demanda interna mediante una elevación de la tasa de interés y el estricto control del gasto público.

Aunque en un país que ya ha experimentado una hiperinflación pueden existir miedos ancestrales a toda política expansiva y por esta razón este tipo de explicación puede con facilidad convertirse en favorita; cabe, sin embargo, preguntar cuán razonable es esta tesis y si ésta caracteriza adecuadamente la situación de nuestra economía.

Es claro que la evidencia que citan a su favor todos aquellos que piensan que la economía esta sobrecalentada parece tener una carácter accidental , pues se limita a indicar cómo la inflación, el año pasado, escapó del rango señalado por el banco central y cómo la inflación subyacente, una medida alternativa que excluye del índice de precios a los productos que muestran un comportamiento volátil, ha repuntado.

Como es natural, hay otro grupo de economistas que no encuentran convincente la evidencia presentada por los defensores de la tesis del sobrecalentamiento, ya que cuando la inflación es baja, una tendencia hacia el incremento de los precios no necesariamente tiene que reflejar el efecto de un aumento de la demanda interna sino la acción de otros tipo de determinaciones como la inflación internacional , el efecto del clima, el aumento del precio de los servicios internos generados por los aumentos de la productividad , etc.

En realidad, para demostrar que una economía se encuentre sobrecalentada es necesario indicar que se satisfacen dos condiciones: (a) el nivel de producción debe encontrarse muy cerca al nivel de pleno empleo; (b) los salarios nominales registrar aumentos medidos en términos reales superiores al aumento en la productividad del trabajo.

Si bien los estudios empíricos que tenemos disponibles sobre la evolución de la capacidad de producción en el Perú, se apoyan en información fragmentaria e incompleta, todos ellos sugieren que aún la Peruana no opera baja condiciones de pleno empleo. El producto de pleno empleo no es una variable estacionaria sino que aumenta todos los años por la acción conjunta de tres fuerzas: la inversión, el incremento de la productividad y el aumento en el tamaño de la fuerza de trabajo. Según el Banco Central, estos factores, en el Perú actual, pueden generar una tasa de cremiento del producto de pleno empleo que podemos estimar en 6,9 por ciento anual. Por esta razón, a pesar de que la economía Peruana, desde hace dos años, registra tasas anuales mayores al ocho por ciento anual, aún no opera bajo condiciones de pleno empleo. Otros estudios realizados por otros centros de investigación arrojan resultados similares.

Por ejemplo, en el gráfico representamos la trayectoria que ha seguido la tasa de utilización de la capacidad de producción en los últimos 27 años, según un estudio realizado por el centro de investigación de la universidad del Pacífico. Puede comprobar el lector que esta variable refleja con bastante precisión la marcha del ciclo de los negocios. Cuando ocurre una recesión, experimenta un abrupto descenso y un claro e inmediato aumento ,cuando se inicia una nueva expansión. En los 1980s, por ejemplo, el valor de esta variable ascendió a una cifra mínima de 70 por ciento para toda la economía. Sin embargo, esta volvió a subir en años 1990s y alcanzó, en 1997,un nuevo valor máximo , cuando la crisis asiática volvió determinó un nuevo descenso. Durante el gobierno de Toledo, el comportamiento de este indicador exhibió un comportamiento bastante estable, una reflexión, de las prudente política esa administración, que logró conseguir un crecimiento que mantenía un balance entre la tasas de crecimiento de la producción y las que correspondían al producto potencial. Sin embargo, con el nuevo gobierno de Alan García, hay un claro aumento en el valor de esta variable, que refleja , sin duda alguna, el efecto de los precios internacionales y de una política económica más expansiva. Aunque el valor de esta variable, aún no alcanza los niveles de 1990s, es indudable que este estilo de crecer ha aumentado sustancialmente el riesgo de que ocurra una abrupta corrección.

Tampoco, parecen registrarse en el Perú aumentos en los salarios nominales superiores a la tasa de crecimiento de la productividad del trabajo. Por el contrario, las encuestas realizadas por el INE, sugieren que el aumento en los salarios y el ingreso de los trabajadores independientes ha sido bastante modesto . Me pregunto, por esta razón, ¿cómo una economía , en la que los salarios experimentan un aumento inferior al de la productividad puede estar sobrecalentada?

Sugieren, en efecto, estos dos hechos que la causa del aumento de la inflación no puede ser explicada , en su totalidad, por un incremento de la demanda interna, sino que parece obedecer a las peculiares condiciones que prevalecen en la economía mundial, es decir, al incremento en el precio mundial de los alimentos en el Mundo. Y, no es claro, que la mejor forma de responder ante estos desarrollos sea con un incremento en la tasa nominal de interés.














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