¿ Se les estará pasando la mano?

martes, 26 de octubre de 2010



Kurt Burneo


Un tema de preocupación macroeconómica, es la actual caída del tipo de cambio, mas aún cuando actualmente varios indicios refieren la inexistencia de una franca recuperación de la economía norteamericana: Estacionamiento de la tasa de desempleo de los EE. UU cercana al 10%, mantención de la caída del saldo crediticio de las familias y un aún deprimido nivel de los precios de los inmuebles. Todo ello aumenta la probabilidad que en su próxima reunión del 2 y 3 de noviembre, la Reserva Federal de los EE.UU empiece a comprar más bonos del Tesoro a fin de estimular su economía a través de menores tasas de interés, lo cual a su vez hace menos demandado al dólar en relación a monedas de mayor rendimiento. Este tipo de acciones que forman parte de paquetes de estímulo tienen distintos efectos financieros adversos sobre nosotros, uno de ellos es el referido a la generación de presiones revaluatorias sobre nuestra moneda. Frente a ello,las intervenciones en el mercado cambiario del BCRP buscando moderar la volatilidad -en la práctica acercarla a cero- traerían consigo algunos resultados no deseables. Explicaré por qué.
Desde hace algún tiempo con la implementación de varios paquetes de estímulo en los EE:UU, las reducciones consiguientes de la tasa de interés en dicha economía, originaron un creciente flujo de entrada de capitales a los países emergentes en la búsqueda de mayores rentabilidades; esta mayor oferta de dólares a su vez originó a su vez presiones a la baja no sólo del tipo de cambio nominal sino también del real (multilateral) en el Perú a setiembre fue de -5.1% y -4.4% en los últimos 12 meses respectivamente. Para enfrentar la fuerte entrada de capitales, los bancos centrales adoptaron distintas medidas: Compras masivas de dólares, mayores encajes a las líneas de crédito externas de corto plazo, hasta la implantación de impuestos a la entrada de capitales. En nuestro caso el BCRP además de haber incrementado el encaje a las líneas de corto plazo, ha venido comprando dólares, es así que hasta el 12 de octubre las compras netas alcanzan US$ 8,933 millones, siendo declarado oficialmente, que lo que se busca –con sus intervenciones- no es revertir la tendencia sino sólo moderar la volatilidad cambiaria. El caso es que muy cercana a cero, su reducida magnitud de variación, en mi opinión es un factor que obstaculiza la continuidad del proceso de desdolarización de la liquidez en el Perú, siendo una alta dolarización un factor crítico presente en cualquier balance de riesgos macro financieros.
Un indicador de la volatilidad cambiaria es la variación porcentual del tipo de cambio. Con cifras a septiembre de este año y comparadas a diciembre del 2009,Colombia presenta una variación de su moneda respecto al dólar en dicho periodo de -12.4%, Chile -5%,México 4.8%, Brasil -4.5%, el Perú sólo -3.4% (la menor de la región). Esta reducida volatilidad probablemente también reduce el riesgo para el especulador de divisas y si a eso le sumamos que al 12 de octubre las reservas internacionales alcanzan los US$ 43,272 millones , aunque considero que un mejor indicador de solvencia es la posición de cambios de US$ 32,606 millones equivalente a 3.2 veces el total de la deuda de corto plazo y además que el déficit en cuenta corriente proyectado para el 2010 es de 1.7% del PBI mientras que el financiamiento de largo plazo es de 6% del PBI,todos estos indicadores señalan a las claras que no se espera escasez sino abundancia de dólares en el país; siendo esta expectativa otro factor de estímulo a una mayor oferta de estos, con nuevas presiones revaluatorias asociadas. Entonces no sería mejor de cuando en cuando que el Banco central pudiera permitir algún grado mayor de volatilidad para desincentivar a los especuladores, al no ser casual que entre el 2009 y el 2010 la dolarización de los créditos al sector privado se redujera marginalmente de 46 a 45% a la vez que los créditos en dólares desde enero vienen creciendo más aceleradamente alcanzando un 13.4% en setiembre mientras que los créditos en soles muestran una tendencia decreciente desde agosto en adelante. Creo que la muy pequeña volatilidad cambiaria mas los varios factores que acreditan presiones a la baja del nuevo sol explican este indeseado estancamiento del proceso de desdolarización. Un poquito más de volatilidad no sería malo.


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